Explorar las diferencias entre peeling y láser es esencial para comprender a fondo dos de los tratamientos más destacados en el mundo del rejuvenecimiento facial.
En este post te hablaremos de las características de cada procedimiento y cómo influyen en la piel, proporcionando resultados impresionantes.
¿Qué es el peeling y cómo se diferencia del láser?
El peeling, también conocido como exfoliación química o dermoabrasión, actúa directamente en la capa superficial de la piel. Este tratamiento impulsa la renovación celular, limpieza profunda y mejora de la elasticidad, proporcionando una apariencia más joven y atenuando las arrugas. Aunque el peeling ofrece beneficios generalizados, su acción es menos específica en comparación con el láser.
Por otro lado, el láser opera generando una quemadura controlada, desencadenando una regeneración natural y estimulando la producción de colágeno y elastina en la dermis.
Además de los beneficios comunes con el peeling, el láser es altamente específico y eficaz para tratar lesiones concretas como lunares, verrugas y lesiones vasculares.
Diferencias en profundidad y especificidad
Una diferencia fundamental entre peeling y láser es la profundidad de acción: los láseres tienden a actuar a niveles más profundos, lo que puede resultar en efectos más llamativos, pero también conlleva efectos secundarios y tiempos de recuperación prolongados.
Por otro lado, la especificidad del láser es su principal ventaja.
Hay láseres específicos para cada tipo de lesión, como por ejemplo las manchas o las lesiones vasculares, lo que nos permite eliminar lesiones concretas sin dañar la piel circundante. Esto no sería posible con el peeling. El peeling se aplicaría por toda la piel para lograr una mejoría generalizada, ya que mejora luminosidad, uniformidad del tono y textura de la piel.
Consideraciones temporales y estacionales
Las consideraciones estacionales también entran en juego.
En general, aquellos que suponen una mayor “agresión” para nuestra piel los reservamos para el otoño-invierno cuando no hay tanto sol. Todos aquellos tratamientos que eliminan la epidermis dejando más expuesta una piel nueva, como por ejemplo el láser co2 de rejuvenecimiento o de tratamiento de cicatrices, la luz pulsada o los peelings medios y profundos.
Para primavera o verano reservaremos procedimientos o técnicas más suaves o menos agresivas e invasivas que requieren unas precauciones básicas mínimas frente a la exposición solar. En realidad, son tratamientos atemporales que pueden llevarse a cabo durante todo el año, como por ejemplo peelings químicos superficiales o eliminación mediante láser de lesiones más pequeñas como manchas localizadas, lunares, verrugas u otras lesiones cutáneas.
En resumen, la elección entre peeling y láser depende de diversos factores, desde la especificidad del problema hasta el tiempo de recuperación deseado. Si buscas la opción más adecuada para tu piel, no dudes en agendar una consulta personalizada. Descubre las diferencias y elige sabiamente para lograr una piel radiante y rejuvenecida.
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