Como dermatóloga dedicada a restaurar no solo la salud sino también la confianza de mi piel, entiendo profundamente cómo las cicatrices de acné pueden marcar más que nuestra piel: impactan nuestra autoestima. A lo largo de mi práctica he atendido a numerosas personas que, como tú, buscan soluciones para esas marcas que el acné ha dejado atrás. Hoy quiero hablarte sobre los distintos tipos de cicatrices de acné y cómo, juntos, podemos mejorar su apariencia.
¿Qué tipos de cicatrices de acné existen?
Las cicatrices de acné se clasifican generalmente en varios grupos:
Cicatrices Hipertróficas y Queloides
Estas son elevadas y pueden causar picor o dolor.
Son especialmente frecuentes en el tórax, en la parte superior de la espalda y en el lóbulo de la oreja tras un acné inflamatorio intenso. En la cara son menos comunes pero representan un reto cuando aparecen.
Cicatrices «en furgón» o «boxcar scars»
Se perciben como agujeros o depresiones superficiales (cuya pared mide menos de 0.5 mm de altura) o profundas (superiores a 0.5 mm de altura) de un diámetro superior a 2 mm.
Los bordes suelen ser muy nítidos y las paredes escarpadas. Aparecen frecuentemente en el rostro, en la zona de la sien y las mejillas.
Cicatrices en Picahielo
Se trata de agujeros puntiformes profundos, con un diámetro menor de 2 mm, y con tractos fibrosos que unen su fondo al tejido subyacente de la piel. Son típicas de las mejillas.
Cicatrices onduladas o «rolling scars»
Son suaves y dan a la piel una textura irregular, ondulada o grabada. Suelen afectar áreas relativamente grandes de tejido y se perciben más cuando la piel es observada a contraluz.
Causas
Las cicatrices de acné surgen como resultado de un proceso de curación desbalanceado donde el colágeno juega un papel principal. Ya sea por exceso de colágeno, formando cicatrices hipertróficas, o por defecto, resultando en cicatrices atróficas, el objetivo es restaurar la armonía de tu piel.
La capa intermedia de la piel (la dermis) está compuesta por fibras de sostén, sustancia elemental y anejos cutáneos, y supone en conjunto el elemento de soporte del cual dependen su textura, volumen y elasticidad.
Las fibras con mayor protagonismo son el colágeno y la elastina.
En el proceso de reparación de la piel tras un acné, se forma un nuevo tejido dérmico con fibras de colágeno. Las cicatrices inestéticas se forman por un defecto en la cantidad y en la disposición espacial del colágeno durante este proceso reparativo. La piel resultante nunca llega a tener la calidad propia del órgano original.
Cuando se forma una cantidad excesiva de colágeno se obtiene una cicatriz hipertrófica o un queloide. En el caso de que el tejido cicatricial nuevo sea deficiente para rellenar el espacio lesionado, se forman cicatrices atróficas o deprimidas.
En ocasiones, el tejido reparativo de la lesión puede quedar adherido a las partes más profundas de la piel si el colágeno está excesivamente tenso, formándose una fibrosis que tira del techo de la herida hacia abajo fijando las partes superficiales de la misma al tejido profundo.
Además, la manipulación de las lesiones de acné puede ocasionar una infección y aumentar las probabilidades de dejar cicatriz. También hay lesiones que aparecen hiperpigmentadas porque cualquier inflamación de la piel puede estimular a los melanocitos y hacer que produzcan más cantidad de melanina en esa zona.
Tratamiento
Lo ideal es la combinación de tratamientos.
En las cicatrices de acné con fibrosis hay que practicar alguna maniobra terapéutica para liberar la parte superficial de la sujeción a la parte profunda de la piel, lo que llamamos subcisión.
Normalmente lo combinamos con peelings médicos, Láser CO2 fraccionado u otros láseres fraccionados no ablativos, luz pulsada (IPL) o radiofrecuencia con microagujas. También se puede utilizar el relleno de cicatrices con ácido hialurónico o la estimulación con inductores del colágeno.
Mi enfoque combina técnicas avanzadas como la subcisión, peelings médicos, Láser CO2 fraccionado, luz pulsada (IPL), radiofrecuencia con microagujas, y rellenos con ácido hialurónico. Cada tratamiento se personaliza para responder a las necesidades únicas de tu piel y las características específicas de tus cicatrices.
¿Se pueden eliminar por completo las cicatrices de acné?
Aunque el objetivo es mejorar significativamente la apariencia de las cicatrices, es importante ser realistas. Los tratamientos pueden mejorarlas en hasta un 80%, pero nunca desaparecen por completo.
Si las cicatrices de acné te preocupan y estás listo para dar el próximo paso hacia una piel más suave y uniforme, te invito a agendar una consulta conmigo. Juntos, podemos diseñar un plan de tratamiento personalizado que responda a tus necesidades específicas y te acerque al aspecto saludable y renovado que deseas.
Recuerda, cada piel es única y merece una atención especializada. Permíteme acompañarte en este viaje hacia la recuperación de tu piel.
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