Descubre los distintos tipos de manchas que pueden aparecer en tu piel y aprende a identificarlas, ya que cada una requiere un tratamiento específico.
Tipos de manchas en la piel
Hay diferentes tipos de manchas en la piel, aunque todas nos parezcan iguales a simple vista. Es importante diferenciarlas porque también el tratamiento varía según el tipo de mancha.
En primer lugar, vamos a distinguir entre las comúnmente conocidas como manchas oscuras y las blancas.
- Las manchas oscuras son producidas por una hiperpigmentación cutánea, consecuencia de una sobreproducción de melanina. Estas son las manchas mas habituales en el rostro.
- Las manchas blancas se deben al efecto contrario, la hipopigmentación, debido a la carencia o ausencia total de melanina.
Las cuatro manchas principales que aparecen en el rostro son:
- Melasma
- Pecas,
- Lentigos
- Hiperpigmentación postinflamatoria (HPI).
El melasma, las pecas y los lentigos pueden deberse al sol, las hormonas y factores hereditarios. La hiperpigmentación postinflamatoria se deriva de las marcas y heridas del acné.
Signos de alarma de las manchas en la piel
La regla del ABCD es bastante útil a la hora de determinar si tenemos que preocuparnos o no, ya que resume los principales signos de alerta de sospecha.
En general, la gran mayoría de lesiones susceptibles de ser extirpadas cumplen más de uno de estos cuatro criterios:
- A – Asimetría: forma irregular, no redondeada.
- B – Bordes irregulares.
- C – Color: cambios de color o la presencia de dos o más colores. Los lunares benignos pueden ser de color marrón claro u oscuro, pero son homogéneos. En cambio, las lesiones malignas suelen tener dos o más tonos: marrón, rojizo, negruzco…
- D – Diámetro o medida: superior a seis milímetros.
Lo recomendable en personas con pecas, lunares u otras manchas en la piel es acudir al dermatólogo una vez al año como mínimo para controlar las pecas y manchas de la piel, de carácter preventivo.
¿Qué tratamientos tienen cada una de las manchas?
Es fundamental el tratamiento en casa, utilizando cosméticos despigmentantes, exfoliantes para dejar la piel lo más lisa y homogénea posible así como tratamientos antioxidantes.
Ciertos activos como el ácido kójico, la hidroquinona, la niacinamida, el phe-resorcinol, el ácido glicólico, ácido tranexámico, vitamina C, etc. pueden ayudarte a reducir las manchas.
Cuando las manchas ya llevan mucho tiempo, existen tratamientos estéticos como el peeling médico, el láser, etc. que pueden ayudar a reducir la pigmentación y eliminar las manchas. Ten en cuenta que estos tratamientos no eliminan las células que producen la pigmentación, así que la protección solar y los tratamientos despigmentantes deben seguir formando parte de tu rutina de belleza.
Los lentigos solares responden muy bien al láser, las manchas postinflamatorias y el melasma deben tratarse con despigmentantes tópicos y peelings, reservando láserers específicos como tratamiento complementario.
- Despigmentantes tópicos: inhiben la producción de melanina, es decir, el pigmento que da color a la piel.
- Despigmentantes orales: a veces este tratamiento es necesario en casos de melasma severo, cuando los tópicos no son suficientes, y también bloquean la producción de melanina.
- Retinol: facilita la penetración de los activos despigmentantes y renueva la piel.
- Antioxidantes: protegen de los radicales libres que muchas veces producen hiperpigmentación en la piel.
- Peelings químicos: exfolian las capas más superficiales de la piel dejando al descubierto una piel más clara y más uniforme.
- Láser: eliminan lentigos solares y a veces son buen complemento para el tratamiento del melasma. Los láseres más eficaces para tratar lesiones pigmentadas son los que llamamos Q-switched, pues emiten pulsos de alta energía pero muy cortos, dando lugar a una ruptura de la melanina sin dañar la piel de alrededor sana. En general los resultados son muy buenos desde la primera sesión, aunque hay casos más complicados que requieren más sesiones y más tiempo, pudiendo necesitarse 2-5 sesiones espaciadas por 1-2 meses.
- Luz pulsada: es eficaz para el fotoenvejecimiento facial, del escote o de las manos, así como para los lentigos solares (también para lesiones vasculares). Además, otro beneficio es que mejora la calidad de la piel de forma global, produciendo luminosidad y estimulando la producción de colágeno, es decir, mejorando la textura como el poro dilatado o las arrugas superficiales. Se recomiendan 2-3 sesiones el primer año, y posteriormente una sesión anual de mantenimiento. Las sesiones pueden realizarse cada 3-4 semanas.
Ante la pregunta de si se pueden eliminar por completo, sí se pueden eliminar con los tratamientos ya mencionados, pero es importante saber que la piel donde ha aparecido una mancha, sea del tipo que sea, ya es una piel con un daño solar importante, por lo que el riesgo de que aparezcan otras en la misma zona o en zonas próximas es bastante mayor que en otras personas.
Por eso, además del tratamiento para eliminarlas, es muy importante un tratamiento de mantenimiento.
Si te preocupa la presencia de manchas en tu piel o notas cambios en lunares y pecas, no esperes.
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